Calles compartidas, calles de encuentro

9 Acción, Diseño, Vida pública

El concepto de calles compartidas supone un cambio de paradigma en la manera en la que pensamos y vivimos la calle: propone eliminar la segregación por velocidades, las señales de tránsito y las separaciones para pensar en calles verdaderamente compartidas, en las que sea posible negociar el espacio de una manera personal. Lo anterior sugiere que la calle no es únicamente un espacio destinado a la movilidad, sino en el que ocurre otra buena cantidad de actividades sociales, económicas y recreativas que dan sentido y diversidad al lugar.

En 2015 publicamos el primer manual de Calles Compartidas en español, como un primer acercamiento al concepto y a sus posibilidades en cuanto a pacificación del tránsito, aumento de la seguridad vial y recuperación de espacio público.

A partir del 2021, hemos trabajado de la mano de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) GmbH en México, a través del programa “Protección del Clima en la Política Urbana de México (CiClim)”, específicamente desarrollando nuevas aproximaciones al tema de las calles compartidas y explorando su capacidad de aportar seguridad a las calles, aumentar la resiliencia de las ciudades y mitigar el impacto que la movilidad motorizada impone sobre nuestros espacios públicos.

En la ciudad de Tuxtla Gutiérrez implementamos un primer proyecto piloto para probar, de manera temporal, algunos de estos preceptos, como la superficie continua, en este caso lograda a través de una cuadrícula amarilla que difumina (simbólicamente) los límites entre banqueta y arroyo vehicular, y una serie de mobiliarios flexibles que nos permitieron configurar la calle de distintas maneras, disminuyendo la velocidad de autos y colectivos, y dando más espacio para el descanso, el ocio y la convivencia en lugares que normalmente estaban ocupados por autos estacionados.

Para más información de Calles Compartidas visita: www.callescompartidas.com